En estos últimos días hay un tema que me obsesiona y se ha convertido en el más recurrente en mis conversaciones: Don Dinero. Esto es así, supongo, porque me he dado cuenta de las diferentes formas que tenemos cada uno de nosotros de valorarlo.
En Londres nos encontramos con muchísimos tipos de inmigración. Uno de estos tipos, en el que me encuentro, es la inmigración por ambición profesional, la que aprovecha la coyuntura para estudiar más, seguir preparándose, crecer intelectualmente y no busca el beneficio económico de forma directa. El objetivo principal no es el dinero, sino el aprendizaje.
Por otro lado, hay gente que llega a Londres buscando la oportunidad de hacerse de oro a costa de cosas tremendamente importantes. Una de las cosas que se dejan atrás por adelantar el dinero en la lista de prioridades, es el tiempo. Si trabajas en el negocio de la hostelería y quieres "hacerte rico" con ello, tienes que sacrificar muchísimas horas de tu vida y a la larga tienes que elegir entre una cosa o la otra.
En Londres nos encontramos con muchísimos tipos de inmigración. Uno de estos tipos, en el que me encuentro, es la inmigración por ambición profesional, la que aprovecha la coyuntura para estudiar más, seguir preparándose, crecer intelectualmente y no busca el beneficio económico de forma directa. El objetivo principal no es el dinero, sino el aprendizaje.
Por otro lado, hay gente que llega a Londres buscando la oportunidad de hacerse de oro a costa de cosas tremendamente importantes. Una de las cosas que se dejan atrás por adelantar el dinero en la lista de prioridades, es el tiempo. Si trabajas en el negocio de la hostelería y quieres "hacerte rico" con ello, tienes que sacrificar muchísimas horas de tu vida y a la larga tienes que elegir entre una cosa o la otra.